El origen del proyecto es la casa payesa existente, a partir de la cual se traza la primera calle de Santa Eulària, la calle San José.
El edificio se separa de la calle para mantener el perfil de la casa payesa.
Se compone de dos bloques con una calle privada en el centro, y se construye mediante una piel translúcida de piezas de cerámica triangulares que cubren el edificio y lo protegen del soleamiento. De esta piel blanca sobresalen balcones ajardinados que dan carácter al edificio.